La finca está formada por preciosas ondulaciones de viñas con suelos profundos y ligeras pendientes que aseguran que en ningún momento puntual existan excesos hídricos.
Se especifica el cultivo de cada parcela, para ello se tienen en cuenta las necesidades de la planta y uva requerida en cada parcela.
Gestión y control del estado fenológico de las plantas en relación al clima para aplicar los fitosanitarios en su justa medida y conseguir uvas siempre sanas.
Empleo de feromonas, sistema ecológico implantado para mayor y más específico control sanitario de la vid. Las feromonas provocan la confusión sexual de la polilla para evitar que pongan huevos en los racimos y así evitar una serie de enfermedades y pérdidas de calidad.
Desde el año 2000 se realizan controles de maduración de las uvas y se relaciona con la fecha de vendimia y analíticas alcanzadas.
Con controles de campo se obtiene una materia prima más rica y sana con más compuestos aromáticos y menos posibilidades de defectos gustativos. Esta política nos permite seleccionar ya en viñedo las diferentes calidades para elaborar distintos vinos para distintos segmentos.
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